¡QUÉ DIFICIL! (reflexión)

Los estereotipos tienen un atractivo a veces dificil de evadir. Es muy sencillo encontrarnos identificados, o pensar en alguien al leer un chiste cualquiera de todas esas miserias humanas que todos tenemos en alguna medida. Y pasando placa tras placa de una de esas páginas colectoras de estos, las condiciones de la risa se fueron disipando. Entonces, vuelvo, bajo, abandono el deseo de aferrarme a esos estereotipos con los que me identifico para reir, y hago el esfuerzo de hacer síntesis, quizás para evadirme de una indeseada introspección.

¡Qué dificil Qué dificil se hace adentrarnos en los espacios de la comprensión. Crear esos espacios, darles su tiempo, darles su valor. Qué dificil partir de la propia autocrítica, de la propia imperfección a la hora de interactuar, a la hora de aventurarnos a la comprensión intelectual de las ideas del otro, y de la comprensión subjetiva, emocional.

Qué dificil liberarnos de todos esos prejuicios, moldes, y cargas del pasado que vamos guardando en mochilas que cuando nos viene a gusto, depositamos sobre los hombros de quien está delante, para ver qué hace con ella, o para que nos sirva de excusa a nuestra propia incapacidad de construir, de apostar, de abrirnos, desnudarnos al otro en nuestras emociones y hacer un esfuerzo por relacionarnos y comunicarnos desde ahí. Por crear un lazo, un puente, una conexión, tirar un cable a tierra. Qué dificil recordar que esa persona tiene la suya propia, y a veces carga en ella mucho más que tú. Qué dificil valorar al otro desde ahí, qué dificil empatizar, incisto: crear esos espacios y esos tiempos para la empatía. En estos tiempos llenos de alarmas y sin alma.

¡Qué dificil abrir el pecho desnudo y disparar el primer abrazo

Algunos lo llaman a esos espacios Amor. Yo... yo no se qué es el amor, no lo he sabido renococer ni teniéndolo en mis narices muchas veces; no estoy seguro de interpretarlo, ni de saber cuando si y cuando no, estoy con mis actos traduciéndolo. ¿Acaso importa el nombre?

Como tantas veces, mi cabeza se empapa de citas y frases, historias y cosas para decir, pero si acaso algo sintetiza este sentir, son estas palabras de ese inmenso Eduardo, Galeano: "Ojala podamos tener el coraje de estar solos, y la valentía de arriesgarnos a estar juntos."

Ojalá nos atrevamos todos a reconocernos en nuestra propia miseria, y desde ahí, desde la suela de nuestros zapatos de goma y nuestra filosofía barata, nos atrevamos a construir, y sobre todo: a observar sin etiquetar, sin juzgar, sin olvidar que todos andamos medio rotos, y cargamos nuestra mochila de sinsabores, decepciones, traiciones, heridas abiertas, y que unos más, otros menos, hacemos lo que podemos con ella. ( Y espero que nadie universalice esta reflexión, porque igual mañana publico un chiste sobre toda estra tristeza humana de la que hemos aprendido a reirnos; que igual mañana sigo lastimando y sigo decepcionando a otros, como todos. Ojalá que nadie traspole esto a mi mirada material del mundo, que aquí no hablemos de eso no la invalida, hablamos de las relaciones humanas entre nuestros pares, nuestra propia clase.)

DDD 01-2017

Nota: la idea es ir colgando escritos en diversos grupos a ver qué generan. Pueden "seguir" el perfil para enterarse de nuevos. O bien agregarme en un Instagram recién hecho en dónde están más ordenados y quizás en más cantidad si decido revisar cosas de años atrásy postearlas. Salud.

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