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Tanto en Buenos Aires como en otros territorios de la nación, existen lugares abandonados que con el curso del tiempo se han ido deteriorando cada vez más.
Estos sitios han sido olvidados por diferentes razones, bien sea por el escaso interés de parte de las autoridades, la falta de presupuesto, desastres naturales y las condiciones sociales en una época determinada, incluso por la aplicación de medidas económicas erróneas. En efecto, no importa cuál sea la causa, hoy en día imperanlugares abandonados en Buenos Aires. Por ejemplo; las antiguas estaciones de ferrocarril, que han sido convertidas en escombros o en viviendas “okupadas”.
Sin embargo, a lo extenso de la localidad también hay otros espacios abandonados como: hoteles, fábricas, casas, cementerios, iglesias, etcétera. Pero, ¿cuáles son estos sitios? A continuación le mostramos algunos lugares abandonados en Buenos Aires.
El Club Hotel Sierra de la Ventana fungió como un complejo turístico ubicado en Villa Ventana, partido del Tornquist. Fue ideado en el año 1900, se inauguró 11 años después y finalmente en 1920 sería clausurado. Aunque para 1983 el edificio se convirtió en una instalación sumamente deplorable a causa de un incendio.
Este fue la primera estructura hotelera de Sudamérica y uno de los primeros casinos en la Argentina. Actualmente, sus ruinas son un atractivo turístico y a su vez uno de los lugares abandonados en Buenos Aires.
Villa Ventana
Villa Lago Epecuén, así se le llamaba a una villa turística que se situaba en el partido de Adolfo Alsina, a 12 kilómetros de Carhué. La ciudad sufrió una catastrófica inundación en 1985 que, al transcurrir el tiempo, desapareció completamente bajo el agua, haciendo que quedará en ruinas y desolada.
Fundada en la década de 1920, Epecuén fue el refugio de muchos abuelos que pretendían hallar alivio en la salina para sus inconvenientes en los huesos, la piel y las articulaciones, así como también de muchos judíos. Pero en 1975, el gobierno provincial levantaría el canal Ameghino, el cual conectaba varias cuencas y regulaba el caudal de agua en todas las lagunas de la región, que tras la construcción de esta obra supuestamente ninguna se secaría y no habría riesgo de inundación.
Para en 1980 la laguna había crecido entre 50 y 60 centímetros por año y amenazaba con perforar el terraplén que fue levantado para brindarle protección al pueblo. Cinco años después sucedería lo inevitable, la fuerza del agua rebasó la fortificación inundando poco a poco el lugar, El nivel del agua crecía un centímetro por hora y en el curso de dos semanas ya había dos metros de agua, obligando a los pobladores a abandonar sus casas, comercios y hoteles.
Partido de Adolfo Alsina, a 12 kilómetros de Carhué
Instaurado el 3 de diciembre de 1938, el Ex Matadero Municipal de Carhué era una insignia para la época, debido a la singularidad de sus diseños Art Decó y al surgimiento de las nuevas industrias en el campo rural, así como también por el faenado de alto nivel con un mecanismo mecanizado de análisis y control de sanidad, que para ese entonces había sido bastante rudimentario.
Esta estructura es obra del Arquitecto Francisco Salamone y su funcionamiento se extendió hasta la década de los 80’, aunque se intentó continuar faenando a pesar de estar rodeado por agua.
Carhué.
Era la vivienda de un empresario y abogado de la región de Bahia Blanca, el hombre tenía contactos políticos que lo hicieron ostentar una condición económica muy próspera. La construcción de esta casa tipo castillo se remonta a los años 80, y luego fue ampliada para darle una utilidad comercial, fungiendo como un hotel de lujo.
Pero, luego con los cambios en el poder, sus negocios desaparecieron junto con su prosperidad económica. Debido a problemas de financiación bancaria, el empresario nunca pudo inaugurar el hotel, por lo que fue embargado. Para el año 1996 el Castillo había quedado a la deriva, y paulatinamente fue saqueado y deteriorado con el pasar del tiempo.
Actualmente se encuentra totalmente abandonado y solitario, sin duda, ésta era una de las construcciones más bellas de Villa Ventana (Partido de Tornquist). Sin embargo, hoy en día pertenece a la lista de lugares abandonados en Buenos Aires.
Villa Ventana
La pequeña localidad de Egaña(en el Partido de Rauch) es el lugar que acoge una vieja mansión que fue abandonada desde hace décadas, y que hoy en día es denominada por los lugareños como el “El Castillo de Egaña”.
Esta antigua mansión fue levantada entre los años 1918 y 1930 por el arquitecto Eugenio Díaz Vélez, quien es nieto del prócer argentino. La estructura tiene 77 habitaciones, 2 cocinas y 14 baños.
El abandono de esta propiedad data dese el mismísimo día de su inauguración, ya que sucedió un imprevisto que decidiría el destino de esta mansión. Pues todos los invitados al castillo se encontraban esperando la llegada de su propietario, (que llegaría de la ciudad de Buenos Aires), se mantuvieron en las instalaciones durante varias horas, hasta que recibieron la noticia de que el dueño del castillo había fallecido.
La primicia tuvo un impacto tan trágico e inoportuno para los invitados que inmediatamente abandonaron el lugar einclusive dejaron los preparativos de la fiesta como estaban, por lo que hasta las mesas quedaron servidas. Por alguna razón, la heredera y única hija del propietario del castillo, nunca se acercó a este lugar y la vieja mansión se mantuvo cerrada durante 30 años hasta 1960.
Egaña
Construido a inicios del siglo XX, aproximadamente entre 1912 y 1927, el Castillo de Villa Arias, era un hogar de fin de semana, orientadas a celebraciones familiares y encuentros de amistades del Dr. Ramón Ayala Torales. Situado en un solar parcialmente cercado, la mansión formaba parte de una de un predio de 400 hectáreas que se prolongaban hasta la costa y eran usadas para cabalgatas de los lugareños y visitantes, y también como coto de caza menor.
El castillo fue propiedad de la familia Ayala Torales hasta el año 1976, después distintos propietarios que posteriormente adquirieron la casa, intentaron hacer de sus instalaciones un lugar para el emprendimiento y el comercio, como: una casa de té, un boliche bailable y un asilo de ancianos. Sin embargo, los resultados no fueron fructíferos y hoy en día la mansión le pertenece al señor Lisandro Mauricio Sejas, y aunque aleguen que es una vivienda “okupada”, el palacio también está en el listado de loslugares abandonados en Buenos Aires
Este antiguo chalet está situado a la vera de la Ruta Nacional 229, en la localidad de Villa General Arias, Partido de Coronel Rosales, y se le conoce en el sector como El Castillo de Villa Arias.
Ubicado a la vera de la Ruta Nacional 229, en la localidad de Villa General Arias
En el empalme de distintos caminos, entre ellos, la RN 3 y la RN 205, en la localidad de Cañuelas se encuentra este maravilloso monumento arquitectónico que siempre ha sorprendido a los turistas por su gran tamaño y su apariencia.
Se le conoce por los residentes de la zona como “El Castillo”, sus últimas actividades comerciales fueron gastronómicas, en aquellos años donde el concepto de tenedor libre subyugaba la palestra social, donde se ofrecía un servicio completo de comida por tan solo $3.50, mientras que Capital se vendía en unos $10 aproximadamente.
Vale resaltar, que el pasado de este castillo fue memorable, ya que era una fábrica láctea llamada “Finaco”. Pertenecía la familia Aranzana, que durante el año 1943 exportaba leche en polvo y huevo a los países europeos que estaban devastados por la segunda guerra mundial.
La producción de esta fábrica era de vital importancia para aquel entonces y miles de personas hambrientas europeas, pudieron alimentarse gracias a los productos de calidad que provenían deFinaco. Pero sus percances financieros, ocasionaron la quiebra de la empresay su prestigio se fue desvaneciendo hasta convertirse en lo que es hoy, un castillo desolado.
Es importante destcar, que Finaco junto a La Martona, fueron las dos fábricas que hicieron de Cañuelas la cuna de la producción láctea en Argentina.
B1814DXF, Calle el Salvador 536, B1814DXF Cañuelas, Buenos Aires, Argentina
Con una arquitectura semejante a la de un castillo, esta quinta fue construida durante el decenio de 1880, por Joaquín Belgrano Villarino, un arquitecto que era parienta de Carlos Belgrano, quien era hermano de Manuel Belgrano y Comandante Militar de San Fernando. Por ello, actualmente también se le conoce como “Palacio Belgrano” a esta propiedad que se sitúa en pleno centro de la localidad de San Fernando de Buenos Aires.
Durante el siglo XIX, la quinta era el hogar de la familia Belgrano Rawson. Sus instalaciones internas fueron dotadas con materiales importados desde Europa y fue construida al mejor estilo alemán. Al morir Joaquín Belgrano, su viuda, llamada Josefina Rawson le vendió la propiedad al ingeniero civil Rómulo Otamendi y su cónyuge Matilde Carballo, quienes establecieron en ese lugar su residencia de verano.
Pero, en 1909 a los 16 años de edad fallecería Estela Matilde, la única hija del matrimonio, dejando a la pareja totalmente desolada y desesperanzada, por lo que el ingeniero tomó la decisión de donar la casona a la Sociedad de Beneficencia de la Capital, pasando a ser un asilo de niñas y jóvenes con el nombre de Instituto “Estela Matilde Otamendi”, en memoria de la adolescente fallecida.
Luego pasaría a manos del Estado Nacional (del Consejo del Menor y la Familia), operando durante varios años como un asilo para niños y niñas abandonadas, así como también para mujeres. Pero con el fallecimiento en 1916 de Matilde Carballo (madre) y el ingeniero Otamendi en 1934, el palacio quedó abandonado.
Hoy en día el castillo se encuentra custodiado, pero su estado de abandono ya es muy notable.
Sarmiento 1427, entre Lavalle y Belgrano
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Ex Club Hotel Sierra de la Ventana
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